El hecho de padecer una fobia sexual no implica que no desees tener relaciones, y que tu cuerpo no reaccione ante un estímulo de este tipo, sino a que no pueden desahogar la tensión referente al acto.

Esto provoca una gran frustración que suele traducirse en eyaculación precoz en los hombres y en dispaurenia en el caso de la mujer (dolor a la hora de practicar sexo).

Estos son algunos ejemplos de las fobias sexuales más comunes son:

1. Hay muchas mujeres que tienen miedo a ser penetradas y llevan este miedo hasta tal punto que sienten pánico hasta a colocarse un tampón o ir al ginecólogo. Esta fobia se conoce con el nombre de vaginismo y sólo se da en mujeres

2. La venustrafobia es la fobia que tienen los hombres a las mujeres hermosas. Para ellos enfrentarse a una mujer bella es más que un dolor de cabeza

3. Hay personas que su miedo consiste en hablar sobre temas eróticos o a las preguntas relacionadas con el sexo, es el mayor trauma al que se pueden enfrentar y no tiene nada que ver con la vergüenza. Este miedo recibe el nombre de erotofobia

4. La gimnofobia: Es el miedo a la desnudez propia y ajena. Normalmente tiene un componente claro en la comparación que estas personas realizan entre los cuerpos que les rodean y los cuerpos que tienen idealizados en su mente

5. Aunque parezca imposible para muchas personas, existe el miedo al sexo tal cual. Las personas que sufren esta patología tienen verdaderos bloqueos en momentos que deberían ser eróticos y agradables. Es la genofobia, uno de los miedos más comunes

7. La medomalacufobia, el pánico ante la idea de perder la erección

8. La eurotofobia, que es el miedo a los genitales femeninos, tanto que les bloquea y les impide llegar a más en cualquier relación que comiencen.

9. La versión femenina de la eurotofobia es la falofobia, el pánico por el pene masculino (ya sea verlo o tocarlo)

En realidad no existe una causa concreta, pero hay investigaciones que hablan de factores genéticos, ambientales e incluso experiencias traumáticas.