Así como en el verano nos provoca comer alimentos refrescantes, fríos y ligeros; el invierno nos invita a escoger platos más calóricos, calientes y que nos proporcionen mayor sensación de saciedad.

Comer más no es un problema cuando se escogen alimentos adecuados; el problema es cuando uno se descuida comiendo alimentos con mayor cantidad de calorías y grasas y con poco aporte de vitaminas u antioxidantes como lo son las galletas, chocolates o golosinas.

Sabemos que los alimentos altos en fibra nos ayudan a saciar el hambre, la cual no solo se encuentra en las frutas y verduras, sino también en los cereales, menestras, nueces y frutas secas.

La nutricionista de Oster Adriana Carulla nos a aconseja algunos tipos de comidas:

- Verduras orientales salteadas con pollo, carne o lomo quedan deliciosas.

- Las ensaladas cocidas (papa, betarraga choclo, zapallito italiano, brócoli, coliflor, champiñones, zanahoria, etc.) acompañadas de algún tipo de proteína como carnes o huevo y un nutritivo camote es de los más simple y te llena.

- El arroz integral siempre es una buena opción o también unas deliciosas y nutritivas menestras preparadas en tipo “ensalada”, como lentejas con atún o garbanzos con espinaca.

- Las tortillas de verduras y los soufflés son de lo más fáciles de preparar, nutritivos y bajos en calorías.

- Sopas, muchas sopas, a mayor cantidad de verduras mucho mejor.

Toma en cuenta estos consejos y mantén una alimentación adecuada para este clima.