Por mucho tiempo se desconocía cuál era la función del apéndice, incluso llegó a ser considerado como un órgano que solo servía para desquebrajar el estado de salud por la famosa apendicitis. Sin embargo, se pudo descubrir que su función es de tipo inmunológico, ya que forma parte del sistema linfático, red de ganglios conectados con vasos especiales que transportan la linfa. Ésta es un líquido rico en glóbulos blancos que contribuye a que el agua y ciertas proteínas regresen al torrente sanguíneo.

Actualmente más personas sufren de apendicitis que consiste en la inflamación de este órgano. Esto se debe cuando el apéndice resulta bloqueado por heces, un cuerpo extraño o, en raras ocasiones, por un tumor. ¿Quieres detectarlo a tiempo? Aquí te decimos cómo:

- Dolor en la boca del estómago: Puede ser difícil de identificar y se puede confundir con un estómago en la barriga, pero con el pasar del día esta dolencia se vuelve continuo progresivo.

- Palpa: Con tu dedo índice presiona un poco en la parte donde sientes el dolor, si te dan ganas de toser, gritar o se vuelve el dolor insoportable significa que es apendicitis.

Trata de caminar erguido. Cuando tienes apendicitis, uno de los síntomas es caminar encogido por el dolor. El dolor se volverá más intenso dependiendo de la inclinación del vientre.

- Da un salto.- Una de las pruebas que muchos doctores aplican a sus pacientes es hacerlos saltar. Si no puedes hacerlo es una señal de alerta de la apendicitis.

- Náuseas y/o vómitos: Uno de los síntomas es sentir náuseas y vómitos cuando la infección está empeorando.

- Problemas al defecar: La apendicitis presenta problemas a la hora defecar. Puede producir diarrea o estreñimiento por la terrible infección.