De las emergencias más comunes que se presentan en el verano la asfixia por inmersión, más conocida como ahogamiento, es una de las primeras causas de muerte en menores de 19 años; de los casos que se presentan, la mitad de ellos ocurre en piscinas.

Es por ello que se debe tener presente ciertas medidas para prevenir el ahogamiento de niños durante el verano desde vigilarlos cuando éstos se encuentren en el agua hasta utilizar flotadores si no saben nadar.

“Es muy importante conversar con los niños antes de realizar cualquier actividad que involucre agua. Hay que enseñarle al niño a pedir permiso antes de entrar a una piscina, explicarle que no corra o empuje cuando esté cerca de ella y, sobre todo, ser ejemplo para ellos pues los niños imitan los comportamientos de los adultos”, indicó el Dr. Juan Luis Arce, Jefe de Emergencias de Clínica San Felipe.

El rango de edades de niños asfixiados en piscinas oscila entre 1 a 4 y 15 a 19 años siendo, la mayoría de ellos, causados por la falta de precaución de los padres y cuidadores.

El Dr. Juan Luis Arce recomendó que los lactantes, hasta los 2 años, nunca se queden solos, al contrario, deben estar acompañados de un adulto; incluso, si se usa piscinas inflables pequeñas, es muy necesario asegurarse que no quede agua tras su uso.

Sin embargo, los niños en edades preescolar, entre los 2 y 6 años, son quienes requieren mayor vigilancia. Por ello, indicó el especialista, se deben mantener los juguetes alejados del borde de la piscina, evitar los “clavados” por el alto riesgo de lesiones de la columna cervical y desinflar las piscinas plásticas.

“La mejor prevención es la vigilancia constante. Los adultos nunca deben dejar de ver a los niños por más seguros que se sientan pues en el momento menos esperado se puede producir un ahogamiento”, finalizó el especialista.

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