¿Cómo desahogarte de tus problemas?

La alexitimia es un trastorno psicológico que sufre entre un 8 y un 19 por ciento de la población e impide que el afectado pueda identificar sus emociones y expresarlas verbalmente y no dañar tu salud emocional.

Cuando este problema se combina con algunas patologías, las consecuencias para quienes las padecen pueden ser graves.

Reprimir nos quita energía: Las emociones cumplen su función natural, que es la de indicarnos de forma inmediata, si un determinado estímulo, pensamiento o situación es favorable o desfavorable para nosotros y nuestra supervivencia.

Entonces, la cosa suele acabar allí de manera espontánea: la emoción se disipa.

En cambio, si las emociones que pugnan por salir y expresarse se quedan inexpresadas dentro nuestro, en lugar de disolverse naturalmente se mantienen activas haciendo un “ruido” que interfiere con nuestro funcionamiento normal.

A continuación recomendaciones para desahogarte:

- Escribe diez razones que motivaban dicha emoción cuando eras niña (aunque entonces te prohibieran expresarlo).

- Recuerda una situación en tu vida en la que hayas vivido esa emoción con detalle y realismo: Siéntela intensamente; déjate llevar y desahógate. Repítelo tantos días como desees hasta sentir esa emoción con plena libertad.

- Enumera diez situaciones cotidianas en las que puedes sentir dicha emoción básica en la actualidad.

- Pensando en una de las situaciones anteriores, ¿cómo te sientes cuando algo o alguien te provoca esa emoción? Anota cinco signos físicos y cinco cosas que te dices a ti misma mentalmente al sentirla.

¿Puedes idear formas concretas de expresar dicha emoción que sean aceptables y te descarguen? Anota cinco formas para practicarlas con otras personas, y cinco para practicarlas a solas.

- Ensaya dos de estas formas de expresión emocional en la vida real (una con personas, otra a solas) y explica las dos situaciones vividas.

- Escribe un contrato consigo misma por el cual te comprometes a reconocer y expresar de forma más inteligente dicha emoción a partir de este momento.