En el ambiente hospitalario, las bacterias que viven en superficies de contacto, contaminan frecuentemente las manos y equipos utilizados por el personal de salud, quienes transmiten estos agentes patógenos a los pacientes.

Sin embargo, uno de los metales que colabora en la eliminación de estas bacterias es el cobre. Su acción bactericida lo convierte en un elemento indispensable en las superficies de contacto dentro de los hospitales o clínicas como las barandas de las camas, el porta-sueros, los apoyadores de las sillas de visita, las llaves de agua y las manijas de las puertas.

La doctora Valeria Prado Jiménez, directora del Programa de Microbiología y Micología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, refiere que si se empleara el cobre antimicrobiano en dichas superficies, se disminuirían notablemente las infecciones intrahospitalarias y hasta se evitaría la muerte por esta causa.

El cobre es utilizado fundamentalmente como conductor eléctrico, sin embargo, se trata del primer y único metal con la capacidad de eliminar entre 86 y 96% de cualquier especie bacteriana que se puede encontrar en superficies de los centros médicos.