Cuando eres mamá primeriza es muy frecuente encontrarse con algunas dificultades a la hora de amamantar, debes ir creando tu propia técnica con distintas posturas para realizar una lactancia perfecta.

- No empieces a amamantar al pequeño hasta que los dos estén cómodos.

- Acércalo a tu pecho sin forzarlo.

- Roza su mejilla con el pezón o el dedo. El instinto del niño hará que gire la cara buscándolo.

- Para empezar a amamantar, el pequeño deberá abrir la boca como si fuera a bostezar.

- Si sientes dolor cuando el bebé empieza a succionar, interrumpe la lactancia poniendo un dedo entre su boca y el pezón e inténtalo un poco más tarde.

- Dar el pecho requiere de siete a 40 minutos, aproximadamente. Así que es preciso que encuentres un lugar en el que puedas relajarte, adoptar la postura más cómoda para ti y para tu hijo. Cuanto más relajada estés, más fácil te resultará amamantar a tu pequeño.