El de la población supone un reto para el sistema de pública y es un enigma científico para todos los biólogos evolutivos. No existe una teoría universal sobre sus causas y tampoco está claro cuál será su impacto global sobre la salud humana.

Sin embargo, ahora, un equipo de científicos del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto de la UPF y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han identificado cuáles son las causas genéticas que justifican el envejecimiento humano.

La selección natural sacrifica nuestra vejez

A medida que vamos , las células de nuestro cuerpo van acumulando mutaciones; es decir, alteraciones o variaciones en nuestro código genético. Aunque estas mutaciones son más frecuentes en edades avanzadas de la vida, aparecen ya desde el mismo momento en el que nacemos y las células de nuestro cuerpo comienzan a dividirse. No obstante, no todas estas alteraciones genéticas son perjudiciales y provocan la aparición de una enfermedad. De hecho, algunas mutaciones son beneficiosas y se trasmiten a la descendencia.

La genética y el envejecimiento

Hasta ahora, los esfuerzos para entender las causas evolutivas del envejecimiento se limitaban a modelos de experimentación cuyas conclusiones eran, a menudo, contradictorias. Sin embargo, a día de hoy, la cantidad de datos disponibles de la relación entre genotipo (la información contenida en nuestros genes) y fenotipo (el resultado de la expresión de esos genes en combinación con los factores ambientales) representa una oportunidad sin precedentes de llevar a cabo estos análisis en humanos.

Con esta base, los investigadores de este estudio han analizado los datos acumulados durante una década de investigación sobre las bases genéticas de las enfermedades complejas, como pueden ser el párkinson, el cáncer o la diabetes, para poner a prueba las diferentes teorías evolutivas del envejecimiento. En total, el análisis ha comprendido unos 3.000 trabajos con más de 2.500 marcadores sobre un total de 120 enfermedades.

Para empezar, los científicos han considerado si los marcadores para cada enfermedad tienen un efecto en la juventud o en la vejez. La distinción es muy importante, ya que si una mutación tiene consecuencias nocivas en la vejez, nuestros genes ya se habrán traspasado a la descendencia y la selección natural no podrá actuar.

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