Es normal levantarse con un pésimo aliento, pero si después de realizarnos nuestra limpieza bucal, se supone que el mal aliento desaparece, pero ¿Qué pasa cuando no desaparece? Abrir la boca para hablar parece ser algo difícil de hacer porque no queremos espantar con un terrible aroma que sale de nuestra boca.

¿Habrá alguna solución? Antes de pensar que sufres de halitosis, es mejor que pongas en práctica algunos hábitos de limpieza que pueden ser suficientes para tener un buen aliento. Por ejemplo, muchas veces nos enfocamos en limpiar bien los dientes para evitar las caries, pero lo que pocos saben es que no debemos dejar de lado limpiar la lengua. Pasa el cepillo por la lengua y frota. De esta forma evitamos de tener un mal aliento.

¡Toma nota y conoce más trucos para tener un aroma fresco y agradable!