El cáncer de mama en mujeres embarazadas se detecta en la mayoría de los casos en forma tardía debido a que su diagnóstico es difícil cuando el tejido mamario se modifica por la gestación y la lactancia, expresó el Dr. Mauricio León Rivera, director médico del Centro Detector del Cáncer y mastólogo de la Clínica Ricardo Palma.

“Por lo general, las mujeres embarazadas, lactantes o que acaban de dar a luz presentan mamas sensibles, turgentes e inflamadas, esto puede dificultar la detección de masas anormales pequeñas, lo que se traduce en retrasos en el diagnóstico del cáncer de mama. Por eso, este tipo de cáncer se detecta, con frecuencia, en un estadío más avanzado”, explicó el especialista.

El galeno mencionó que este tipo de cáncer es el más común asociado a la gestación, con una estadística de aproximadamente 1 de cada 2500 partos y aunque el número es relativamente bajo, en el futuro podría aumentar debido a que cada vez es mayor el número de mujeres que postergan su primer embarazo hasta la cuarta o quinta década de su vida, periodo en el cual se incrementa la incidencia de cáncer de mama.

En cuanto a los tratamientos contra el cáncer durante el embarazo tenemos la cirugía, quimioterapia y/o radioterapia pero con ciertas precauciones porque se podría dañar al feto sobre todo durante el primer trimestre, pero una vez que el feto está maduro el tratamiento es igual que en la mujer no embarazada siempre con un monitoreo fetal acucioso.

El Dr. León, dijo que lo más importante para la cura del cáncer de mama es el diagnóstico precoz, por eso, durante el embarazo se deben realizar revisiones periódicas con el ginecólogo y, si este detecta cualquier alteración en la exploración mamaria, es preciso que consulten al mastólogo para realizar las pruebas de diagnóstico sin retrasarlas hasta después del parto y combatir el cáncer con tratamientos que impliquen el menor riesgo para el desarrollo del bebe y que curen a la madre.