El beber agua caliente en ayunas cada mañana ayuda a limpiar y desintoxicar el organismo. Así que lo que puede resultarte un hábito simple; te dará grandes beneficios.

Una taza de agua caliente en ayunas elimina las toxinas y los residuos acumulados en los órganos excretores y las bacterias dañinas que se encuentran en el tracto gastrointestinal. Es recomendable, tomarla al menos media hora antes de tomar el desayuno. Así cumple mejor su trabajo de purificación.

También, puedes beberla durante el día. Así ayudarás a tener una limpieza en mayor profundidad de los tejidos, pues disuelve y arrastra la “suciedad” hacia el exterior del cuerpo.

Otra importante ventaja es que ayuda a bajar la temperatura del cuerpo cuando se tiene fiebre. El agua caliente dilata los canales del cuerpo por lo que la sangre circula más fácilmente pudiendo eliminar todo “impureza” que causa el malestar por las vías excretoras.

Fuente: Enervizante.com