El es una enfermedad crónica que no tiene cura y el objetivo del tratamiento es controlarla. Con la llegada del las crisis pueden desencadenarse si no se toman las precauciones necesarias.

Principalmente afecta a la población infantil y existen factores genéticos y ambientales que interactúan para que se desarrolle: la predisposición hereditaria a presentar alergias, antecedentes familiares (padre o madre asmáticos), contacto con alérgenos que se transportan por el aire(ácaros, hongos ambientales, polen, etc.), exposición a infecciones virales en los primeros meses o años de vida o a irritantes (por ejemplo, el humo de tabaco), incluso el antecedente personal de rinitis alérgica mal controlada, la obesidad, etc.

El autocuidado permite que el paciente asmático pueda controlar la enfermedad por sí mismo.

Mariela Milla, especialista en Inmunología y Alergia de SANNA Clínica San Borja, explica cuáles son los cuidados que debemos tener si nosotros o algún miembro de nuestra familia sufre de esta enfermedad, recordando también que cada primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma.

1. Mantener el entorno libre de las sustancias alérgenas

Es clave evitar la exposición a los ácaros del polvo doméstico presentes en las camas, alfombras y muebles, la caspa de los animales, el polen u hongos, así como a la contaminación, el humo del tabaco y los irritantes químicos en el lugar de trabajo.

2. Utilice ropa según el clima

Si hace frío, abríguese y si hace calor, utilice ropa fresca. No use ropa de lana. Recuerde que el aire frio puede generar una crisis de asma.

3. Asegúrese de tener una alimentación nutritiva y saludable

Consuma líquidos en regular cantidad. Si se trata de un niño, no se deben limitar o eliminar alimentos de la dieta por el , a menos que tenga alergias a algún ingrediente. Aunque se tiene la idea de que la leche produce flema, los estudios muestran que no es así ni causa que sea más espesa. Si se restringe puede estar limitando el calcio, las vitaminas y las proteínas. ¡Así que no deje de tomar leche cuando esté enfermo!

4. Practique algún deporte

No olvidar realizar siempre ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de comenzar a cualquier actividad física, e incrementar de a pocos la intensidad del ejercicio a fin de preparar las vías aéreas para el esfuerzo. Si sufre asma de esfuerzo, su médico puede recomendar una medicación específica.

5. No fume y aléjese del humo

El tabaco incrementa la inflamación bronquial y también puede desencadenar cáncer.

6. Tomar la medicación que su médico le haya prescrito

Es muy importante tomar la dosis en la frecuencia y duración indicadas. Si quiere abandonar el tratamiento antes debe conversar con el médico. Tampoco automedicarse con analgésicos o antiinflamatorios (como como la aspirina y el ibuprofeno) ya que alrededor del 10% de los adultos asmáticos son intolerantes a estos medicamentos.

7. Use bien los inhaladores

Los pasos son: abrir el dispositivo, prepararlo (agitarlo, rotarlo o cargarlo), vaciar sus pulmones de aire, bloquear la respiración, colocar el orificio del inhalador en la boca, inhalar a fondo, contener la respiración de cinco a diez segundos y volver a respirar con normalidad. Si el medicamento contiene corticoide, debe enjuagarse la boca al terminar.

8.Tener un plan ante una crisis de asma

Pida a su médico que le enseñe a detectar los síntomas de empeoramiento y elabore con él un plan de acción escrito de las indicaciones que debe seguir ante una crisis de asma, ya sea aumentar la dosis de medicamento, tomar otro nuevo o acudir a Emergencia.

“Y sobre todo lleve una vida tranquila. Recuerde que las emociones intensas, como la ira o el miedo pueden desencadenar una crisis”, finalizó la Dra. Milla.

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