La sábila (aloe vera) es una planta conocida en los 5 continentes por sus propiedades curativas y regeneradoras de la piel.

Este conocimiento recogido por la medicina popular viene de muy atrás en el tiempo, ya que son muchos los documentos donde se describen sus cualidades a lo largo de la historia. Por ejemplo se han encontrado evidencias de como los egipcios no solo usaban el aloe para curar heridas, picaduras o quemaduras, si no que se cuenta como la propia Cleopatra utilizaba sus múltiples propiedades cosméticas para mantener una piel joven y perfecta.

Como utilizar la sábila

Actualmente se pueden encontrar cremas y ungüentos de todo tipo que en su fórmula contienen los principios activos del aloe, de la misma forma también podemos adquirir la pulpa de aloe estabilizada en cómodos recipientes. Pero si lo que tenemos en casa es una planta adulta con más de 2 años de edad, lo tenemos muy fácil:

Siempre se deben cortar las hojas más cercanas al suelo, con una edad mínima de dos años. La edad de las hojas es una condición indispensable si queremos beneficiarnos al máximo de todas sus propiedades

La hoja debe estar sana, blanda al tacto y gorda, cosa que nos asegura la máxima cantidad de gel y que este se encuentre en buen estado

Cortaremos la hoja y la lavaremos bien. Ahora tenemos dos opciones, pelar la hoja quitándole la cascara verde de forma que el gel quede limpio o cortar la hoja por la mitad y retirar el gel con una cuchara.

Una vez tengamos el gel sin restos verdes de la hoja y sin restos del líquido amarillento (acíbar) que empieza a exudar cuando la cortamos, es momento de lavarlo otra vez para evitar riesgos de reacciones alérgicas, ya que ese látex o acíbar es el mayor responsable de las rojeces o irritaciones que muchas personas dicen sufrir al aplicarse el aloe en la piel.

El gel se puede cortar en trozos más manejables y pasarlos por aquellas zonas de la cara o el cuello que más nos interese, es muy refrescante y se absorbe rápidamente.

Propiedades para la piel

- Su uso se recomienda para pieles secas o grasas, pero es en estas últimas donde sus efectos reguladores del sebo surten un mayor efecto.

- Deja la piel suave e hidratada en profundidad, impidiendo que esta hidratación se pierda.

- Es un gran regenerador por lo que contribuye a eliminar espinillas, pequeñas cicatrices y estrías.

- Es un after sun estupendo, perfecto para aplicarlo después de un día de sol. Es el remedio ideal para calmar la piel después de la depilación o el afeitado.

- Frena el envejecimiento gracias a su poder para estimular la producción de colágeno y fibras elásticas.

- Calma los ojos cansados y reduce las bolsas, proporcionando un efecto muy relajante.

- En el cuero cabelludo resulta ser un gran aliado para terminar con problemas como la caspa

Fuente: delnecu.com