Los anticonceptivos orales (ACO) contienen una mezcla de hormonas sintéticas llamadas estrógenos y progestinas que son las que se encargan de que la mujer no ovule.

Estas hormonas producen que los factores encargados de coagular la sangre se eleven, y por tanto puedan formar trombos (coágulos) en alguna parte del cuerpo, obstruyendo el paso normal del flujo sanguíneo.

Así lo explicó la cardióloga de Red Salud UC, Dra. Mónica Acevedo, quién precisó que dependiendo de las características de la píldora, los riesgos de sufrir trombosis pueden aumentar o disminuir.

“En general hay ACO que pueden producir menos trombosis que otros. Hay mucha variedad, ya que algunos contienen más estrógenos y otros menos, y otros que contienen tipos de progestinas que se han asociado más a la formación de coágulos”, enfatizó, según informo la web La Segunda.