La llegada del es una fecha de celebración, por lo que muchas personas, especialmente adolescentes y jóvenes aprovecharán para reunirse con sus amigos y así festejar el .

Y uno de los productos infaltables en esas fiestas son las bebidas alcohólicas como el whisky, champán, la cerveza, el ron y el pisco, las cuales pueden producir graves daños a la si se combinan de manera inadecuada.

Entre las consecuencias más preocupantes tenemos la pérdida de la consciencia, intoxicación hasta daño hepático (gastritis), males al corazón como taquicardia y arritmias (aceleración del ritmo cardiaco), elevación de la presión arterial (hipertensión) y el temible coma etílico.

Al respecto, Karem Sotomayor, coordinadora del servicio Habla Franco, comentó “el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, que ocasiona una aceleración del organismo incluyendo el corazón, mientras que la bebida energética desencadena una reacción contraria, al ser un estimulante. De esta manera, la persona tiene una sensación engañosa de control y no se percata de la cantidad de alcohol que está ingiriendo y que su organismo puede soportar, por lo que tiende a embriagarse con mayor rapidez.