El anís es una planta herbácea que contiene aceite esencial, acetol, cetonas anímicas, glúcidos, resma, estragol y otras flavonoides que lo hacen ideal contra problemas digestivos.

Desde tiempos remotos, ha sido empleado para aliviar diversos padecimientos estomacales como la gastritis, flatulencias, diarrea y acidez estomacal.

El anís contiene más de 20 componentes antiespasmódicos y casi la mitad de sedantes, por lo que puede actuar contra muchos de estos trastornos de la digestión cuando tienen un origen nervioso.

Mientras tanto, su contenido de anetol y bisolobeno ayudan al estómago a digerir mejor los alimentos. También se ha empleado como antibacterial, debido a que la quercetina inhibe el crecimiento de éstas en la boca.

El anís tiene la posibilidad de prepararse de distintas maneras para aprovechar sus propiedades

1. Para la diarrea o mala digestión: Pon a hervir medio litro de agua, agrega 5 gr. de anís y deja hervir de 3 a 5 minutos más. Bebe de inmediato (no tomar más de dos tazas al día).

2. Para las flatulencias: Pon a hervir medio litro de agua, agrégale 10 gr. de anís y deja hervir por 5 minutos más, lo puedes endulzar con miel. Bebe este remedio después de la comida principal (por la tarde).

La planta verde del anís ha sido empleada en infusiones o preparados como expectorante, diurético, antiséptico y repelente de insectos.