La inteligencia emocional se desarrolla desde los primeros años de vida ya que las emociones se expresan desde el nacimiento. Sin embargo, los niños no siempre desarrollan de forma espontánea sus cualidades emocionales y capacidades sociales que los convertirán el día de mañana en adultos responsables, apreciados y felices.

En este sentido, Aldo Sánchez, Gerente de La Organización Supera, nos brinda algunos consejos para ayudar a desarrollar la inteligencia emocional en los niños para que sean personas más felices y con más éxito en la vida:

- Enseñarle a reconocer sus sentimientos: Orientarlos a reconocer sus sentimientos y/o emociones puede ser muy importante para su desarrollo pues le enseña a expresarse libremente. Esto se puede desarrollar mediante juegos, cuentos, tarjetas con dibujos, etc. Relacionar sentimientos de sus personajes favoritos de acuerdo a la situación por la que atraviesan. Ejemplo: “El niño está molesto porque su hermano le quitó el juguete”.

- Explique a sus hijos cómo controlar sus emociones negativas: Muchas veces la ira, el enojo, la rabia pueden hacer que los niños reaccionen de una forma poco adecuada, es por eso que los padres deben orientarlos a conservar la calma. Explicarles que actuar impulsivamente no lo ayuda en nada. Anímelo a respirar hondo mientras cuentan hasta tres y a expulsar despacio el aire.

- Darle opciones que sí pueden hacer: Todas las emociones necesitan ser expresadas. Por eso, si la situación es muy tensa, puede darle al niño algunas opciones por hacer. Por ejemplo: correr en el jardín, dibujar figuras enfadadas, dar puñetazos a una almohada, arrugar un periódico, etc. Hacer esto no es malo, al contrario, expresar lo enojado que se siente es saludable, siempre que se exprese de manera aceptable.

- Enseñarle la empatía: Si tratar de entender a las personas y ponerse en lugar del otro puede ser realmente difícil para un adulto; esto resulta mucho más difícil para un niño. Sin embargo, es importante que los padres enseñen a sus hijos la empatía pues les permite desarrollar cualidades como la compresión y la generosidad.

- Felicitar los logros del niño: Cada vez que enfrente de manera adecuada sus emociones y sienta que su niño tiene un logro en su estado de aprendizaje, es bueno reconocérselo y demostrarle lo mucho que valora su esfuerzo. Esto permite que su niño se sienta bien consigo y con ello vuelva a repetir la conducta que se haya reforzado.

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