La reinvención de la moda masculina se ha convertido en una de las facetas más potentes de las pasarelas de Milán y París, que de un tiempo a esta parte han apostado por recuperar prendas tradicionalmente asociadas a la indmentaria del hombre.

Este equilibrio tiene un sorprendente protagonista esta temporada, que se ha manifestado con fuerza en un gran número de colecciones: el tailored short o short suit, nombre que se le ha adjudicado dentro de la esfera de la moda, no es otra cosa que el híbrido perfecto entre el traje de chaqueta y el pantalón corto a la rodilla.

Un pantalón corto que no es tan corto: un look hasta ahora sólo reservado al lado más deportivo del armario masculino, y que gana relevancia en las colecciones de Junya Watanabe, Raf Simons, Louis Vuitton o Jill Sander, y en las firmas de streetwear como H&M, All Saints o Topman.

Las opciones son variadas: el nuevo corto para hombre oscila entre el bombacho y el slim-fit, con texturas de algodón, chinos o jeans, y cortes rectos que casan tanto con americanas como con camisetas básicas, polos, knitwear de primavera o cazadoras de entretiempo.