Adalides del atrevimiento y la escasa sobriedad, los modistos Domenico Dolce y Stefano Gabbana volvieron a ser fieles a sus principios en la primera jornada de desfiles en Milán.

El estampado vuelve a ser protagonista de la colección Dolce & Gabbana, que, en esta ocasión, no solo recurre a los motivos florales vistos otras veces, sino que además se sirve de la más pura imaginería religiosa, lo que quedó claro con la talla de la Virgen y el Niño Jesús que presidió la pasarela lombarda durante su desfile.

La estampita religiosa como estampado es el juego con el que los dos modistos vertebran esta colección en la que, con pantalones de talle alto y pinzas, han querido demostrar, una vez más, su devoción al corte y confección, siempre respetando las creencias y la tradición de la Sicilia natal de Domenico Dolce.

La vuelta a la tierra es esta vez más auténtica que nunca, pues los modistos, que ayer recibieron la visita en Milán del astro argentino del Barcelona Leo Messi, han seleccionado a 87 jóvenes de Sicilia para protagonizar un desfile lleno de masculinidad en los rostros y el físico.

Lo sagrado y lo profano se mezclan, siempre de un modo respetuoso, en esta colección, en la que en ocasiones las formas son algo más propias de las prendas femeninas, en concreto en las camisetas de livianos tejidos con mangas anchas y más cortas en las que las estampitas estampadas son las protagonistas. EFE