Para algunos hombres la suegra puede ser una persona respetable, pero también hay quienes la ven como una persona muy difícil de tratar. Hay tantos tipos de suegra que seguramente la tuya encaja en alguna de estas personalidades. El sitio web Guioteca clasificó a las mamás de nuestra pareja en 25 tipos de suegras, descubre cuál te tocó:

Suegra sobreprotectora: De las más comunes de su especie, este tipo de suegra es la que nunca pierde el vínculo con su hija, vive pendiente de su bienestar y más encima es inquisidora. La frase más común es: “¿Qué le hiciste a mi niña?”.

Suegra mamá: Nadie más que ella, sería la madre perfecta para ti. Es querendona y muy preocupada, porque sabe al dedillo todo lo que te gusta. Te trata como ninguna otra mujer en el mundo, incluida tu señora y tu propia progenitora. Especie en extinción.

Suegra envidiosa: La mamá de tu pareja se muere de envidia con todo lo que ella te regala y te brinda. Se siente más importante que la pareja misma y cree por lo tanto que ambos le deben a ella ser el centro de todas las atenciones.

Suegra memoriosa: Es el tipo de mujer que conserva todos y cada uno de los recuerdos de su niña, desde mechones de pelo a las cartas que le mandaban sus primeros amores. Y te cuenta siempre la misma historia y el mismo final. Es una manía clásica.

Suegra coqueta: Es muy cercana, muy cariñosa y divertida. Es tan encantadora y simpática que hasta haces las cosas más complicadas por ella. Es carisma y encanto, le acomodas la silla, le cedes el mejor lugar de la mesa y hasta le sirves el mejor plato con tal que te regale una sonrisa.

Suegra serpiente: Una mujer que se las ingenia para aprovechar cada situación que se le presenta para dejarte mal, hablar pestes de ti y menoscabarte con ironía y cinismo. Aprovechan cada pelea o quiebre para inocular su veneno. Son mortales y existen pocos antídotos.

Suegra apocalíptica: Son las que ven siempre la tragedia, el cataclismo o el mismo apocalipsis en cada cosa que haces, aportando una visión tétrica a tus actos y existencia. Eres la perdición de su hija.

Suegra sabelotodo: Es una enciclopedia viviente, se las sabe todas y mejor que nadie. No pierde oportunidad de enrostrar sus conocimientos a todo el que las rodea, especialmente a ti, que por lo demás no estás a su altura.

Suegra telefonista: Llama todos los santos días en las horas clave y en los momentos más inoportunos. No se sabe si es de casualidad o por maldad, pero siempre está preocupada al otro lado de la línea que seas un hombre prudente y responsable.

Suegra opositora: Hagas lo hagas o digas lo que digas, ella siempre hará o dirá lo contrario. Lo hace como si tuviera un reflejo condicionado para parapetarse en el otro extremo de la vida. Siempre va al frente y en contra tuyo.

Suegra al cubo: Como si no fuera suficiente con una suegra, este tipo de mujer es la que se hace acompañar de sus hijas (tus cuñadas). Son una extensión de ella y se unen todas en contra tuya. Eres lo peor que le pudo pasar a su familia.

Suegra cínica: Tiene una máquina trituradora por boca, te despedazan y revuelcan en el suelo con tu pareja, pero luego te saludan como si nada y con una sonrisa de oreja a oreja.

Suegra controladora: Es la abominación del poder y la autoridad familiar. Pone el control y todo el mundo marcha al ritmo de su humor. Ella decide todo: panoramas, comidas, paseos, distribución en el auto. Todo de todo.

Suegra agradecida: El cariño que ella expresa por ti es directamente proporcional al amor que le expresas a su hija. Se emociona y conmueve con cada gesto que le haces a tu mujer y te lo agradece cada vez que lo recuerda.

Suegra abogada: Es aquella que siempre está de tu lado y no del de su hija. Ella sería capaz de arrancarle la lengua y quemar a lo bonzo a quien se atreva a hablar pestes de ti, daría su vida y su tiempo por defenderte.

Suegra hipocondríaca: Es la típica mujer que habla diariamente de un nuevo dolor o padecimiento, lo hace quejumbrosa y alardeando, pero parece casi una tragicomedia porque la verdad es que tan solo quiere llamar la atención.

Suegra irritante: Es maliciosa, pesada, metete. Haría todo lo que tú haces de otra manera, con mano más firme y sin dubitar. Cada una de sus frases es una puñalada a tu paciencia.

Suegra aleccionadora: Son las que te miran con ascendencia y te dicen “muchacho”. Ellas siempre tienen la última palabra porque se escudan en la experiencia. Su lema es: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. Y es así como siempre saben más que tú.

Suegra diabólica: Cada uno de sus actos contiene un dosis de maldad que se expresa como fuego en el infierno. Es la que te hace enervar al punto que necesitas exorcismo para controlar el demonio que llevas dentro cada vez que se te cruza.

Suegra 2.0: Es la mujer moderna, liberal y ultra conectada, navegante experimentada de internet y las redes sociales, está más al día que tú. Te escribe whatsapps, habla con tu pareja o sus nietos por Skype y te invade con correos de cadenas y chistes.

Suegra solitaria: Es la suegra que siempre se desmarca de todos tus planes, la que no acompaña a ningún evento y que no te visita nunca, no le gusta que la saluden para su cumpleaños y disfruta sin tu compañía.

Suegra entusiasta: Al contrario de la anterior, es la que va a todas con ustedes. En vacaciones, eventos, viajes, comidas es carta segura. Se pone de acuerdo con tu pareja y confirma antes que nadie su presencia a donde vayas.

Suegra silenciosa: Es aquella que no te das cuenta que está en tu casa. Son suaves al hablar, invisibles en sus movimientos, se esfuerzan por no estorbar y tienen muy buena onda. De hecho, aunque no lo quieras reconocer llegas a necesitarla al lado tuyo muy seguido. Agotada de stock.

Suegras costureras: Es el tipo de espécimen que se pasa todo el día cosiendo ropa a tus hijos, a su hija y a ti. Por mucho que no te guste su ropa, a ella le emociona ver que te pruebes aquella prenda y que te encaje perfectamente. Te pide que le modeles con una sonrisa en la boca.

Suegra juvenil: Es la que disfruta de su jubilación, hobbies y tiempo libre. Tanta es su pasión por la libertad que no puedes contar aunque se esté incendiando la casa y no tengas dónde dejar a los niños. Su prioridad es ella y después su sombra.