Hay quienes prefieren freír el antes de comerlo al natural en platillos como el cebiche; sin embargo, esto no es del todo recomendable porque no se aprovecha al máximo el Omega 3 de los pescados azules, así como sus minerales, vitaminas y proteínas.

“La fritura genera cambios negativos en los alimentos, tales como el aumento excesivo de grasas y la formación de compuestos tóxicos como oxiesteroles y acrilamidas, que exponen al organismo a enfermedades cardiovasculares y otras como el cáncer”, precisó D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción.

Agregó que cuando optamos por freír alimentos como el pescado, además de la aparición de elementos dañinos para la salud, se presenta la pérdida de nutrientes importantes para el cuerpo como vitaminas y minerales.

En el caso de los pescados azules (caballa, bonito, jurel y anchoveta), se aprecia la disminución de ácidos grasos como el EPA y el DHA, esenciales para la formación cerebral de un niño y también para proteger al organismo de enfermedades como la obesidad, diabetes, Alzheimer, entre otros.

Cabe mencionar que no todos los alimentos absorben la misma cantidad de aceite o grasa durante la fritura, ya que la absorción depende de varios factores como el tiempo de cocción, tamaño, contenido de agua, entre otros. Hay estudios que señalan que los alimentos de origen vegetal como la papa y la cebolla, por su alto contenido de agua, absorben más grasa que los alimentos de origen animal.

Por ello, Paucar recomendó preferir preparaciones saludables como al vapor, a la plancha, al horno, guisos, sudados, acompañado de carbohidratos y verduras en cantidades adecuada. Además de actividad física constante como correr, nadar, manejar bicicleta, entre otros.

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