Una de las fuentes más ricas en DHA, ácido graso Omega 3 esencial para nuestro organismo, son los azules. Este nutriente contribuye a un mejor desarrollo cerebral de los niños y previene enfermedades crónicas en los adultos, informó D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción.

“Si hablamos de los beneficios del DHA en los niños, existen diversos estudios que muestran que es un nutriente vital para lograr un buen desarrollo cognitivo, contribuyendo en muchos casos a elevar su Coeficiente Intelectual (CI) y reduciendo el riesgo de que padezcan problemas de aprendizaje y memoria o problemas más serios como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad”, explicó.

Agregó que es importante que el niño reciba el DHA desde que está en el vientre de la madre, por lo que se recomienda que la gestante consuma pescados azules como caballa, bonito, jurel y anchoveta mínimo tres veces por semana y en preparaciones saludables. De esta manera se asegurará que el bebé absorba, además del DHA, otros nutrientes del pescado como vitaminas y minerales.

En el caso de la gestante, se puede destacar que el DHA disminuye la incidencia de diabetes gestacional y la depresión postparto. Asimismo, contribuye a mantener un peso ideal durante el embarazo.

“Una vez que el bebé nace puede continuar beneficiándose del Omega 3, a través de la y apenas inicie su alimentación complementaria es recomendable crear un hábito de consumo del pescado junto a otros alimentos como verduras, frutas y carbohidratos en cantidades necesarias”, indicó.

Está demostrado que niños en edad preescolar con un consumo frecuente de alimentos ricos en DHA como los pescados azules, muestran un mejor desempeño a la hora de coordinar, comprender y expresarse.

En adultos mayores

Paucar destacó también los efectos positivos del DHA sobre las neuronas cerebrales en los adultos, pues previene la muerte prematura de estas y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, entre otros.

no dejes de leer