Ubiquémonos primero: estamos en el festival más grande de la cerveza en el mundo, donde millones de litros – se estima que este año supere los 7 millones -, están al alcance de tu sedienta garganta, y mezclado con la belleza del paisaje humano, la música y la algarabía; hace que uno, mínimo, se tome 3 chopps, y con eso ganas de que ‘la juerga’ continúe.

Pues el Oktoberfest, es una gran feria, donde la diversión está por donde voltees a mirar. Y con cervezas en la cabeza, y temores ahogados por la bebida de los dioses, la gran mayoría opta por los juegos mecánicos para dejar fluir la adrenalina. La primera en la lista, siempre será La Montaña Rusa, prueba de fuego para saber si tu estómago aguantará más juegos. Muchos quedaron eliminados en esta primera etapa, este circuito es atemorizantemente espectacular.

Luego de esto, ya elige lo que quieras experimentar en los diversos juegos mecánicos: sentir el estómago en tu cráneo, un reacomodo de vértebras, recitar lisuras mientras ves el piso rápidamente acercarse a tu rostro, o todas las anteriores en un solo shot. La oferta es variada.

Cuando cae el sol, las luces multicolores de cada juego, avisan que el Oktoberfest no se acaba y que la noche siempre estará dispuesta para la diversión. Algodones dulces, bocadillos, sandwichs, pop corn y juegos de destreza completan esta divertida feria que alegra a Munich y al mundo.

Por: Daniel León, enviado especial de Peru.com a Alemania (@_sie7e_)