1. Galletas con chips de chocolate: En 1930, Ruth Wakefield cocinaba galletas en una hostal de Massachusets cuando se dio cuenta que ya no le quedaba cacao en polvo ¿Que hacer? Le agregó chocolate en trozos para ver si este se unía a la mezcla. ¿El resultado? No se fusionó, pero lo obtenido fue mucho mejor de lo que pensaba.

2. Snack de papas fritas: En 1853, un cliente del Saratoga Springs’ Moon’s Lake House no le gustaron las papas que le sirvieron porque no estaban crujientes y las devolvió a la cocina. El chef enojado decidió cortar las papas ultra delgadas y les agrego abundante sal. Inmediatamente este plato se convirtió en un éxito.

3. Paletas de helado: Un niño de 11 años olvidó su equipo para fabricar refrescos en la cochera de su casa en San Francisco. Tras una noche fría descubrió que el líquido se había congelado con el palito con que mezclaba los sabores.

4. Corn Flakes: John Harvey y Keith Kellog en un intento de hacer láminas de masa con trigo hervido que les sobraban, por accidente en el proceso se convirtieron en hojuelas, que decidieron tostar. En 1906 fundaron la compañia Kellogs, Harvey se retiró del negocio al no estar de acuerdo en agregar azúcar en los productos.

5. Cerveza: Quizás este debe ser el mejor error de la historia. En Mesopotamia hace 10.000 años los campesinos se llevaron una gran sorpresa al darse cuenta que todo los granos que habían almacenado se humedecieron, fermentándolos. Un despistado bebió el líquido, quedando fascinado por el descubrimiento.