Todos sabemos muy bien que cuando los animales, sobretodo las hembras, están con sus crías, es mejor mantener la distancia. Pues, acercarnos más de la cuenta puede ser visto por ellos como una amenaza. Así un animal doméstico o salvaje, la reacción de ellos es la misma. Sin embargo, una jirafa demostró dejar de ser así por una buena causa.

Sam Wingate junto a un amigo se encontraban caminando por la Reserva Natural Privada Oori en Sudáfrica. Ambos fueron abordados por una jirafa hembra que ya la habían visto anteriormente junto a su cría recién nacida. Esta vez se encontraba sola y angustiada.

La conducta de la jirafa dio a entender que necesitaba ayuda, así que empezaron a caminar hacia ella con mucho cuidado. Los guió y al pie de un árbol se encontraba la cría que daba signos de haber nacido recién porque su cordón umbilical no había sido cortado.

Al comienzo Sam y su amigo no querían acercarse porque podrían sufrir el ataque de la jirafa, pero algo increíble sucedió. El animal se hizo a un lado para que ambos puedan acercarse a ayudar a su cría. Al poder estar más cerca y ver a la jirafa recién nacida, no notaron nada extraño, la ayudaron a pararse y dio dos pasos y luego se cayó.

A pesar que acudieron por ayuda, no encontraron al veterinario porque había salido por un caso más urgente. Al poco tiempo la jirafa pequeña murió. Aunque no pudieron ayudar a esta jirafa con su cría, cada vez que la ven es una de las que se acerca más que el resto de jirafas, un acto que Sam y su amigo lo toman como gratitud.

No hay duda que sorprende cómo el instinto maternal de esta jirafa permitió que algunas personas se acercaran a su cría con el fin de salvarla. A pesar de que muchos animales hembras lo pueden ver como amenaza, esta jirafa sabía muy bien que era necesario romper con eso.

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