Una de las cosas que es difícil para muchas personas es perdonar a alguien que nos ha hecho algún daño. A pesar del arrepentimiento, los rencores pueden llevarnos a no otorgar el perdón. Un gran ejemplo de esto es un juicio que se realizó a un hombre que asesinó a 48 mujeres.

Apodado como el Asesino de Green River, en el 2003 Gary Leon Ridgway admitió haber matado a más de 40 mujeres en los Estados Unidos. Luego de haber admitido la muerte de todas sus víctimas, los parientes de las fallecidas tuvieron una tribuna libre para decirle lo que deseen. Las burlas y maldiciones no se hicieron esperar. Entre lágrimas y gritos los peores deseos fueron deseados para el asesino en serie.

Todo cambio cuando uno de los padres de las víctimas fallecidas dijo algo diferente al resto. Lo que le dijo este hombre dejó atónito a Ridgway y rompió en llanto. Míralo.