Bien dice una canción “Por amor nacimos y muchas veces por amor morimos…”. Aunque no en todas las personas se cumple, muchos de nosotros hemos tenido una experiencia de amor que nos ha dejado una herida muy profunda y nos ha costado meses, incluso años, superarlo.

Entregar nuestro amor puro y leales sentimientos a alguien no supo corresponder y mucho menos apreciarlo, puede hacer que nos cerremos a ese amor que puede llegar en el momento menos pensado. Si otra vez la vida nos hace conocer a una persona que puede ser la correcta para nosotros, preferimos huir para no volver ser lastimado otra vez.

Aunque es duro de superar esa etapa de duelo donde las preguntas como ¿En qué momento dejó de quererme? ¿Qué hice mal para que esto termine? o decimos las famosas frases de arrepentimiento como “si hubiera…” nos atormentan y nos impiden continuar disfrutando de la vida.

Pero en el momento que menos nos lo esperamos, llega esa persona indicada y capaz de curar nuestras heridas. Mira estas imágenes que resumen lo que muchas veces hemos vivido.