La sacerdotisa de Chornancap, hasta ahora la mujer con una jerarquía más alta descubierta dentro de la cultura Lambayeque, exhibe desde este viernes en Lima los vestigios de su poder en una exposición donde se presenta el ajuar funerario en el que fue hallada cerca de la ciudad de Chiclayo, en la costa norte de Perú.

La muestra fue inaugurada por el Ministerio de Cultura en el Museo de la Nación para que sus visitantes contemplen 62 piezas rescatadas de su peculiar tumba en el complejo arqueológico de Chotuna-Chornancap.

Estos objetos fueron conservados en el Museo Arqueológico Nacional Brüning y acreditan la importante autoridad religiosa que fue esta mujer entre los siglos XII y XIII d.C., dentro de la sociedad Lambayeque, cuyo máximo exponente es el Señor de Sipán, quien dominó la misma región durante el siglo III d.C.

La muestra se compone de elementos como su cetro ceremonial, sus orejeras y su corona, todos ellos hechos en oro, además de vasos metálicos, brazaletes, collares, pectorales de concha Spondyllus y una gran variedad de cerámica de estilo Lambayeque y Cajamarca, que revela el estrecho vínculo entre estas sociedades.

El hallazgo de la sacerdotisa de Chornancap se produjo en octubre de 2011 pero no fue hasta abril del presente año cuando se constató que se trataba de una mujer, enterrada “con los más altos honores y en compañía de ocho personajes más”, según explicó a Efe el director del complejo, Carlos Wester La Torre, en abril pasado.

El arqueólogo comparó la importancia que tuvo esta mujer como autoridad religiosa de la zona con el rol desempeñado por la Dama de Cao dentro de la cultura mochica durante el siglo IV, quien es el personaje femenino del que se tiene constancia que alcanzó la más alta cota de poder en las sociedades preincas del Perú.

Wester también destacó la “gran calidad” de la orfebrería que acompañaba a la sacerdotisa, y que también se puede contemplar en la exposición, porque a su juicio “demuestra que los orfebres de la cultura Lambayeque son tan maestros en este arte como sus antepasados de la cultura mochica”.

En especial destacan sus collares de oro con piezas antropomórficas, brazaletes que combinan metales para ofrecer contrastes dorados y plateados, y sobre todo los detalles grabados en una ornamentación muy elaborada.

El equipo de arqueólogos de Chotuna-Chornancap presentó la semana pasada una nueva tumba hallada bajo el mismo ajuar funerario de la sacerdotisa y que albergaba a otro importante personaje de la región enterrado con objetos similares pero con la peculiaridad de que su fosa había sido preparada para que estuviera inundada de agua.

Según Wester, la periodicidad entre la sacerdotisa de Chornancap y este nuevo personaje, cuyo género todavía se desconoce, es muy corta y dio por supuesto un vínculo entre ambos aunque no se atrevió a avanzar si sería de “familiar, matrimonial o religioso”.

EFE