La institución indicó en comunicación con la prensa que todo proceso que se realice en sitios arqueológicos peruanos debe responder estrictamente a los criterios técnicos y científicos vigentes de acuerdo a nuestro sistema legal.

Recordó, además que en el caso del Santuario Histórico de Machu Picchu el principal documento técnico a aplicar es el Plan Maestro, en el que debe basarse rigurosamente cualquier proyecto científico.

ICOMOS también se pronunció sobre los trabajos hechos con georadares por parte de la ONG Inkarri y que, supuestamente, señalarían la presencia de un mausoleo con plata y oro.

Este organismo aseguró que si bien es cierto que la utilización de medios tecnológicos pueden permitir determinar características del subsuelo, el hecho de que aparentemente se haya demostrado la existencia de cavidades y accesos, no es más que un indicio que se debe asumir con sumo cuidado, precisión científica y técnica.

Aseguró, además, que “las prioridades del propio equipo de la ONG Inkari no parecen compatibles con las que corresponden al Ministerio de Cultura, la Dirección Regional de Cultura del Cusco, la Unidad de Gestión de Machu Picchu y los profesionales que en estos órganos laboran conforme a Ley”.

Por ejemplo, resaltaron que en los informes de esta ONG se hable de fabulosos tesoros arqueológicos en lugar de referirse a bienes del patrimonio cultural.

Consideraron que sus planteamientos no parecen compatibles con los lineamientos internacionales de conservación e investigación científica del patrimonio cultural.

Igualmente recalcó la necesidad de ser estrictos en el cumplimiento de las normas relativas al Patrimonio Mundial, que implican comunicar a la UNESCO de manera oportuna sobre cualquier proyecto que pudiera ejecutarse. ANDINA