Las piezas de las culturas Chancay, Chimú, Paracas e Inca resumen la larga relación que tenían los antiguos peruanos con el mar: fuente de vida, pero también impredecible dios con el cual aprendieron a convivir. La muestra ‘Del mito a la realidad’ ayuda a comprender mejor esta relación.

La relación entre las civilizaciones antiguas y el mar ha sido un misterio apasionante. Ya sea como fuente de vida o como enemigo impredecible, siempre han estado presente en la historia de la humanidad y eso incluye al Perú.

La fascinación por esta relación llevó a las arqueólogas Maritza Pérez Ponce y Lyda Casas Salazar a realizar una gran investigación sobre el tema, dicho trabajo hoy lo comparten en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia de Pueblo Libre, en la muestra temporal que lleva como nombre “Del Mito a la Realidad”.

De acuerdo con las estudiosas, fueron cuatro los aspectos fundamentales que ocupó el mar para las culturas Chancay, Chimú, Paracas e Inca: mítico, tecnológico, de subsistencia y fuente de materia prima.

“En lo mítico, es común encontrar piezas que representan a dioses con características que los relacionaban al mar. Por ejemplo, Ai Apaec era un ser con características de cangrejo y humano que fue muy venerado en aquel entonces”, dice Pérez.