Plácido Domingo presume de sus orígenes, de ser español, un sentimiento al que este miércoles le puso voz en el Teatro Real, en un concierto en el que el público aplaudió y jaleó hasta el delirio a quien siempre es profeta en su tierra.

Un concierto que el tenor madrileño ha querido dedicar a “su” tierra y en el que durante más de dos horas y media ha interpretado, junto a la soprano puertorriqueña Ana María Martínez, músicas que fueron compuestas “pensando en España”.

Días atrás, en un encuentro con periodistas, el tenor madrileño prometía diversión, una promesa cumplida, y con creces, a juzgar por los bravos, los piropos, los olés, los aplausos y otras muchas muestras de cariño con las que sus paisanos han recompensado a Domingo, que volvía a pisar el escenario del Real después del susto del año pasado.