La gran Casa de Ópera de Sydney fue construida en tres etapas, que demandaron un arduo trabajo arquitectónico y tecnológico para completar uno de los lugares culturales más visitados y aclamados de las últimas décadas.

La inauguración de la Ópera de Sydney fue encabezada por la Reina Isabel II en el años 1973 y presenciada por miles de personas que llegaron hasta el gran teatro para disfrutar de un gran espectáculo de fuegos artificiales y una representación de la Sinfonía Nº9 de Beethoven.

La Casa de la Ópera de Sídney es una construcción expresionista con un diseño radicalmente innovador, conformado por una serie de grandes conchas prefabricadas, cada una tomada de la misma semiesfera, que forman los tejados de la estructura, en los cuales se exhiben diversos diseños digitales proyectados a gran escala para que ocupen todo el espacio blanco, dicho espectáculo es acompañado con música clásica en vivo o grabaciones que estén de acuerdo a la temática de las luces.