El Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, fue nombrado doctor “honoris causa” por la Universidad Nova de Lisboa este martes, en una ceremonia en la que defendió la literatura como “arma” para combatir los “demonios y males” de la sociedad.

El escritor latinoamericano reivindicó en su discurso el “compromiso cívico” del escritor y el papel de la literatura como una herramienta para espolear el espíritu crítico de los ciudadanos.

En su discurso, el escritor discrepó con quienes opinan que la literatura consiste en un “entrenamiento y placer” y que otorgarle una función política puede resultar “arrogante”. Por su parte, se ubicó en el grupo de los “más anticuados” que ven en este arte un significado más social.

Vargas Llosa afirmó que “con las palabras se puede influir en la historia” e instó a los autores a “mantener vivo ese espíritu de insatisfacción” en la sociedad.

En el acto, Vargas Llosa contó con el exprimer ministro portugués Francisco Pinto Balsemao como padrino de ceremonia y estuvo acompañado por el poeta y profesor de la Universidad Nova, Nuno Júdice. Fue el escritor portugués quien propuso el doctorado “honoris causa” y describió al peruano como un “ciudadano del mundo”.