Ante cerca de 1.500 estudiantes de primaria, el presidente de la conferencia episcopal francesa dio la bienvenida religiosa al nuevo tesoro de una de las joyas arquitectónicas de la capital francesa.

Elaboradas en un horno del siglo XIX en la fundición de Conrille-Havard, en el noroeste de Francia, las campanas están diseñadas para que duren entre 200 y 300 años y sustituyen a la serie anterior, instaladas en 1856.

La mayor de las nuevas campanas, denominada “Marie” y afinada en sol, pesa 6 toneladas. Será la segunda de más peso, por detrás de “Emmanuel”, instalada en 1686 y única superviviente de la Revolución Francesa, con 13.271 kilos.

Las campanas se colocarán en las torres el próximo 25 de febrero y podrán escucharse repicar por primera vez el 23 de marzo.

El coste total del proyecto asciende a 2 millones de euros, financiados con donaciones particulares, en gran parte a través de la Fundación Bettencourt Schueller y la Fundación Sisley, informó la conferencia episcopal francesa.

EFE