“Moriré en Buenos Aires. Sera de madrugada. Llegara tangamente, mi muerte enamorada, yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis”, dice parte de la canción compuesta por Astor Piazzolla, Balada para mi Muerte, en los años 90 mucho tiempo antes de su fallecimiento el 4 de julio de 1992 por la madrugada.

“Hoy que dios me deja soñar, a mi olvido iré por Santa Fe, se que en nuestra esquina vos ya estas toda de tristeza hasta los pies”, le dedicó Astor Piazzolla a su esposa e hijos, quienes lo lloraron junto a toda Argentina el día que amaneció sin vida en la ciudad de Buenos Aires, donde había vaticinado que sería su muerte.

Fue llamado “El asesino del Tango” durante algún tiempo por los fieles críticos de la música y a quienes Astor Piazzolla no prestó menor atención para dedicarse a componer sus absorbentes y deslumbrantes melodías.