Albert Lynch prefirió las técnicas al pastel, la acuarela y el gouache, ocasionalmente trabajó la pintura al óleo, no es un pintor que esté dentro de un estilo determinado, su obra sencillamente mantuvo vivo el espíritu de la Belle Époque y del modernismo.

Aunque otros más bien lo consideran como un exponente de Neoacademismo con una clara tendencia romántica, sus pinturas son tiernas, llenas de luz y de sensibilidad, las mujeres de su época eran su inspiración para pintar y en su recurrente tema había flores asociadas en todos sus significados a la mujer.

Albert Lynch perteneció a una generación de artistas peruanos en la que en muchos casos, los viajes de estudio se convirtieron en largas residencias en el exterior, o incluso en la inmigración definitiva. A pesar de ello, los artistas emigrados como Lynch dejaron una definida influencia en el medio local gracias a la difusión de las revistas ilustradas, los diarios y coleccionistas.