Fachadas de viviendas edificadas a punta de adobe y madera, desamparadas quintas donde cuelgan sábanas y medias y en donde cada escalón representa una crujiente y temeraria aventura son los paisajes que Bill Caro representa en sus cuadros.

Lunas quebradas, balcones a punto de colapsar, vestigios de algo que fue y ya no es. Aparecen también como protagonistas menos recurrentes diversos autos antiguos. Más que autos, las simples carrocerías que se abandonan en lotes desiertos, a donde solo llegan los gallinazos.

Su talento como artista plástico lo llevó a exponer por primera vez en 1971 en la galería Carlos Rodríguez Saavedra, para luego hacerse acreedor del Premio de Acuarela IPCNA en 1974.

A partir de entonces Bill Caro desarrolla una intensa actividad como pintor, mostrando sus obras en exposiciones individuales en la galería Enrique Camino Brent de Lima, así como en bienales y certámenes internacionales, tales como la tercera bienal de Medellín, Colombia, y otras.

Cabe destacar la presencia de Bill Caro en la casa de subastas Sotheby´s de Nueva York, donde una de sus pinturas fue vendida exitosamente.