El Tribunal Superior irlandés examina desde un caso relacionado con la transferencia a Estados Unidos de datos personales de ciudadanos europeos por parte de empresas radicadas en el bloque comunitario.

El inicio de este proceso se enmarca dentro de la campaña lanzada en 2013 por el estudiante austríaco Max Schrems para descubrir cuánta y qué tipo de información personal traslada la popular red social Facebook a las autoridades estadounidenses.

Schrems denunció a Facebook ante la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC), que tiene responsabilidad de vigilar el cumplimiento de la legislación vigente por parte de la red social, ya que esta tiene su base de operaciones europeas en Dublín.

El Tribunal Superior de Dublín deberá decidir ahora si este tipo de asuntos pueden remitirse al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE), pues la DPC sostiene que las autoridades nacionales no tienen competencia para pronunciarse al respecto.

Durante las próximas tres semanas, esta instancia judicial irlandesa escuchará los argumentos de la Comisión de Protección de Datos y de Schrems, así como de representantes del Gobierno estadounidense y de Facebook.

El Tribunal de Justicia de la UE ya dictó en 2015 una sentencia histórica contra la transferencia de datos personales de ciudadanos europeos a EEUU, que obligó a Bruselas a negociar con Washington un nuevo marco que garantice un mejor nivel de protección.

La máxima instancia judicial comunitaria invalidó así una decisión de la Comisión Europea (CE) que declaraba que EEUU garantiza una protección adecuada de los datos personales y avalaba la transferencia de esa información.

Hasta entonces,la CE había considerado que EEUU garantizaba un nivel adecuado de protección de los datos personales transferidos y era, en consecuencia, un “puerto seguro” (Safe Harbour), el nombre con el que se bautizó el acuerdo de transferencia de datos entre la este país y la UE.

Con el “Safe Harbour” suspendido, empresas como Facebook se han acogido a las llamadas cláusulas contractuales estándar (SCCs, sus siglas en inglés) para poder seguir transfiriendo información sobre sus usuarios en Europa a EEUU, según denuncia ahora Schrems.

La DPC concluyó el pasado año que el caso del estudiante está “bien fundamentado”, pero insistió en que no tiene autoridad para tomar cartas en el asunto, como le pide el activista austríaco.

Por su parte, los representantes legales de Facebook, de la firma dublinesa Mason Hayes & Curran, aseguran que este sistema provisional de transferencia de datos es legal y que no es necesario que el Tribunal Superior de Dublín lo remita a la Justicia europea.

Advierten también de que un fallo contrario a sus clientes podría tener efectos económicos negativos sobre sus actividades y las de otras muchas multinacionales estadounidenses que tienen bases de operaciones en Europa.

“El interés generalizado en este caso proviene, en parte, por las posibles consecuencias económicas y comerciales que podrían derivarse de una sentencia que declare inválidas las SCCs”, explicaron los abogados en un comunicado.

Schrems, usuario de Facebook desde 2008, inició su campaña contra la red social tras las revelaciones realizadas en 2013 por el exagente de la CIA Edward Snowden en relación con las actividades de los servicios de información de EEUU, en particular de la Agencia Nacional de Seguridad.

Fuente: EFE

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