El Optimus G es el terminal más potente que tiene la firma coreana en el mercado local y a pesar de tener ya poco menos de un año en el mercado sigue siendo capaz de aguantarle el tipo a cualquier celular de gama alta del mercado. De hecho, es el terminal que usó Google como base para el Nexus 4.

Por fuera

Desde la aparición de la serie L original quedó claro que LG está apostando por mantener un diseño común a todos sus terminales para lograr una identidad de marca. El Optimus G no escapa a esa continuidad; formas rectangulares, solidez, pero a diferencia de otros modelos de la marca estamos ante un terminal de una sola pieza, en donde la microSIM debe insertarse por un canal deslizante, lateral, que casi no altera el acabado.

La pantalla es IPS, con gran calidad de color, matriz de puntos real – nada de pentile – y buen brillo, otro detalle importante es que esta pantalla no tiene una capa intermedia entre la matriz capacitiva, el cristal y la pantalla, por lo que el ángulo de visión, mejora mucho.

Por dentro

El terminal está movido por un procesador Qualcomm Snapdragon S4 Pro, a pesar del tiempo en el mercado, uno de los SoC más potentes que se pueden encontrar y con un consumo bastante razonable. La memoria interna es de 2GB, más que suficiente para casi cualquier cosa que quieras hacerle correr y el almacenamiento, no expansible, es de 32 GB. Para muchos es más que suficiente.

El Software

El Optimus G sale al mercado local con Jelly Bean 4.1, a pesar de no ser la última versión del sistema – que anda por la 4.3 – cumplirá las necesidades de la mayoría. LG ha añadido su habitual capa de personalización; Optimus UI, además de algunas aplicaciones como Quick Memo o Qslide. Como todas estos añadidos, es una cuestión de gusto y costumbre. Yo prefiero la versión Vainilla de Android, pero esta UI no me molesta para nada. De las aplicaciones nativas de LG, me quedo con Smartshare, que me permite compartir contenido con un par de toques.

Rendimiento

Yo tengo dos imágenes del rendimiento de este teléfono, con y sin Battery Guru, la aplicación de control de batería de Qualcomm y que debería venir por defecto en todo terminal que incluya chips de esta marca. En el primer caso, el rendimiento es un poco por debajo del promedio de terminales de este rango. En el segundo, la mejora es como del 30 %, nada despreciable. He llegado a tener un día sin recargar, con un uso normal a moderado.

En cuanto a rendimiento general, no he encontrado aplicación que sufra en el terminal – 2 gigas de ram permiten mucho – la respuesta táctil es muy fluida. El uso del internet es muy fluido, no pude probarlo en LTE, pero si HSPA+ y la señal es buena incluso en lugares con señal débil.

Conclusiones:

Este terminal se comenzó a comercializar en Asia en octubre del año pasado. Si hubiera llegado a este mercado entonces estaríamos hablando del terminal más potente del mercado y por un margen tan claro que hoy día, a casi un año, lo deja todavía entre los mejores terminales que se pueden conseguir.

PROS

- Buena construcción y diseño.

- Pantalla superlativa, la tecnología Zero Gap es un plus.

- Buena gestión de batería, sobre todo si usas la herramienta de Qualcomm.

- La interfase de LG es menos intrusiva que otras, las aplicaciones nativas de la marca han mejorado mucho.

- El sonido es de muy buena calidad, incluso con los audífonos que vienen con la caja.

- Es uno de los pocos terminales habilitados para la banda LTE licitada en el Perú.

CONTRAS

- Aún no hay fecha de actualización a Jelly Bean 4.2

- La calidad de la cámara no está a la altura del resto del terminal.

- Bootloader bloqueado, es relativamente complicado – pero no imposible – usar CyanogenMod.

Por Carlos Wertheman