Muchos recordarán las cámaras de película instantánea y la marca Polaroid. La idea de una cámara que era capaz de hacer una foto y revelarla en segundos era algo seductor en un momento en que había que esperar algunos días para revelar un negativo y que era virtualmente imposible saber que habías tomado hasta después del revelado.

La aparición de las cámaras Polaroid significó la llegada de la inmediatez y con ella multitud de usos, el más significativo fue el de inmortalizar momentos, totalmente únicos, pues son foto sin negativo y por lo tanto irrepetibles.

Muchos sabemos que lo digital marcó la casi total desaparición de estas cámaras y con ella la partida de imágenes que no eran las más nítidas ni las más precisas, pero si las más encantadoras. Es que las instantáneas convertían ese problema de color y nitidez en algo casi de ensueño.

Esta demás decir que yo extraño mi vieja cámara instantánea.

Hace unas semanas esta pequeña impresora llegó a mi escritorio, el tamaño es algo más grande que una cajetilla de cigarros y la verdad, mal no se ve. El diseño es simple, sobrio y no pesa en la mochila o un bolsillo de la casaca.

¿Cual es su chiste? Hace fotos, justo como las que mencionábamos más arriba, fotos instantáneas, sin tinta, gracias a un papel que no la necesita e imprime sin necesidad de cables, desde el celular, por NFC o por Bluetooth. Como tengo Android la he estado usando con la aplicación que se puede descargar de Google Play, pero los usuarios de iOS pueden usarlo sin problemas con una aplicación nativa desde su tienda de aplicaciones. La aplicación permite que el teléfono o tablet se comuniquen con la impresora y pueda enviarle las imágenes. La aplicación además permite aplicar algunos filtros a lo instagram e incorporar texto e incluso códigos QR. Las fotos son aproximadamente del tamaño de una tarjeta de presentación, con lo que pueden entrar cómodamente en una billetera.

Como usuario de cámara puedo resumir que es una impresora más que interesante pero con un objetivo definido; explotar la nostalgia por la imprecisión de las fotos instantáneas y agregarle una capa social, capaz de no solo compartir online, sino físicamente, ya que una imagen puede ser impresa más de una vez y de manera selectiva.

Definitivamente se pueden dar muchos usos más a esta impresora portátil, pero primariamente es un gadget social, destinado a sumarle un factor wow a una reunión social o una salida. Por lo pronto, puedo decir que me gusta, no solamente por lo divertido que me ha resultado usarla, también por qué me resulta imposible decirle no a algo que entre en un bolsillo e imprime fotos.

Es una impresora para ti sí:

- Te gusta la idea de imprimir desde tu celular o tablet por que enviar la foto por correo es demasiado frío.

- Quieres tener esa foto que tomaste en ese paseo en la billetera.

- Te mueres de nostalgia por las Polaroid, pero no te molestaría poder elegir que imprimir.

Pero no lo es sí:

- Adoras el modo ráfaga de la cámara y no puedes elegir cual foto te gusta más, te resultará frustrante.

- Quieres fotos enormes.

- Quieres fotos de una nitidez solo posible en una impresión química.

Por Carlos Wertheman.