Debido a los avances tecnológicos, está cambiando la relación de los maestros y los alumnos con el texto, afirmaron hoy académicos y expertos durante la tercera jornada del VI Congreso Internacional de la Lengua Española.

El tema del “libro, lectura y educación” fue analizado en una sesión plenaria que fue abierta por el director de la Academia Salvadoreña de la Lengua, René Fortín, quien alabó la contribución de las nuevas tecnologías para la “transmisión del pensamiento”.

El “libro físico”, precisó Fortín, está indisolublemente unido a la vida de muchas personas, pero los docentes deben estar listos para los cambios que está produciendo la era digital.

“Las nuevas tecnologías son bienvenidas porque seguramente ayudarán mucho a la transmisión del pensamiento (…) pero para quienes cargamos en nuestras espaldas largos años, añoramos el libro físico”, expresó el presidente de la Academia de la Lengua salvadoreña.

Por su parte, Luis Barrera, catedrático y escritor venezolano, llamó la atención sobre el hecho de que muchos sistemas educativos siguen enseñando, principalmente a nivel de secundaria, “como si el mundo de la palabra escrita fuera el mismo que se gestó en la antigua Grecia”.

Barrera sostuvo que esos docentes deben abandonar esa posición de estar enseñando y proponiendo análisis o enfoques como si nada estuviera ocurriendo y empezar a preocuparse por las nuevas tecnologías, a entenderlas y utilizarlas como la herramienta poderosa que son.

“Muchos sistemas educativos siguen ignorando esta realidad, parecieran desconocer que nuevos tiempos, nuevas nociones y nuevas tecnologías están incidiendo en los productores y destinatarios de la literatura (…) necesitamos enseñar a los chicos a respetar el pasado, pero a vivir en el futuro”, matizó el catedrático venezolano,

Enfatizó que la “realidad virtual” es una realidad ineludible y se prevé que para el 2020 el 50 % de los libros serán digitales.

Por su parte, el catedrático español Álvaro Marchesi señaló que las nuevas tecnologías han transformado la relación que existe entre el maestro, el alumno y el libro.

Marchesi, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para la Educación, la Ciencia y la Cultura, sostuvo que ante la inmediatez y proliferación de información que traen aparejados las nuevas tecnologías, los docentes deben empeñarse en “animar a los estudiantes a que disfruten de la lectura” y reflexione sobre ella.

Esa asignación no debe ser solamente para quienes imparten la enseñanza del español o literatura, sino de todos los docentes en términos generales, porque el objetivo que se debe perseguir es que el estudiante lea y comprenda el texto y significado de la lectura.

El rector de la Universidad de Panamá, Gustavo García de Paredes, dijo por su parte que las nuevas tecnologías han “causado desconcierto” en los círculos académicos, motivando debates sobre la prevalencia del libro como instrumento de transmisión del “saber acumulado”.

“El creciente uso de la digitalización ha provocado aprehensión (…) sobre la suplantación del libro por el uso de nuevos instrumentos, cuyas variantes hacen de la palabra escrita uno de sus principales insumos”, dijo García de Paredes.

Al mismo tiempo, la tecnología de la información “extiende a nivel planetario la divulgación de ese saber más allá del carácter inmediato y presencial de la obra impresa”, resaltó el rector.

El catedrático y miembro de la Academia Colombiana de la Lengua Juan Carlos Vergara Silva señaló que una de las principales deficiencias de los sistemas educativos de la región, independientemente de su cercanía a la tecnología, es la de considerar a la lectura y escritura como técnicas de estudio sin una función comunicativa real.

“Esto desmotiva y dificulta el aprendizaje de la lengua escrita en aquellos sectores que más necesitan de la escuela para desarrollarlo”, apuntó.

Precisó que en la actualidad en las mayorías de las escuelas enfatizan “aprender a leer” y no “leer para aprender”, lo que trae como resultado los “bajos y modestos logros” en los niveles de comprensión.

Fuente: EFE