La profesora Idalia Hernández, maestra de un colegio en Ciudad Madero, Tamaulipas (México), pide a una estudiante de nombre Marina que lea en voz alta un libro con el tema “Las redes sociales pueden propiciar delitos”.

Al término de la lectura, la maestra Idalia saca su celular y pregunta a Marina por qué la había insultado en la red social. La respuesta de la escolar fue que estaba molesta.

“Estabas molesta… ¿Y eso te da derecho a ofenderme de esa manera? ¿tienes acaso idea de todo lo que hiciste me está ocasionando? Yo también estoy molesta Marina, y el hecho que yo esté molesta, ¿me da el derecho de faltarte el respeto a ti en una red social y llamarte en la forma como tú me estás llamando?”, señaló la profesora, muy indignada.

“Me dijiste perra, y para que se lo sepan los demás, me dijo puta”, reprochó la profesora, ante el desconcierto de los alumnos que grababan la clase con sus teléfonos celulares y tablets.

“No pensaste, eso está publicado desde el jueves, Marina. Desde el jueves, una vez que tu materia gris reacciona, yo el viernes lo quito. Es lunes y sigue apareciendo ahí, ¿qué esperas? ¿Likes? ¿compartir?”, respondió la docente.

La maestra obligó a la alumna a pedirle disculpas y además reprendió a otro alumno por haberle hecho retuit a la publicación de Marina. “¿Por qué lo compartiste Grimaldo, qué te pareció gracioso que tu compañera me faltara así?”.

“Los que no tienen Twitter, entérense, aquí tenemos personas que en Twitter son cobardes y hablan de otras personas… ¿lo sabían?”, dijo molesta la profesora.

La profesora señaló, además, que llevará hasta las últimas consecuencias el asunto para que a nadie le queden ganas de ofenderla en una red social.

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