Este caso ha estado dando la vuelta al mundo y conmoviendo a millones de personas y cibernautas. Se trata de un niño llamado William Myrick, quien fue secuestrado en su propia casa en Atlanta, Estados Unidos. Sin embargo, fue liberado algunas horas después por el mismo secuestrador. Pero, ¿cómo lo logró?

“Me agarró. Me llevó al este de la ciudad, me dijo que no quería escuchar una sola palabra de mi así que no dije nada, pero me puse a cantar”.

William comenzó a cantar una canción del evangelio titulada Cada Rezo. El secuestrador lo maldijo, le repetía que se callase, pero William continuó cantando durante 3 horas seguidas, hasta que el hombre finalmente paró el auto y le dijo que se bajara.

William escapó hacia una casa cercana por auxilio, siendo ya liberado. Este niño ha cantado la misma canción en las radios locales muchas veces; y es un símbolo de admiración, incluso llegó a conocer a Hezekiah Walker, el compositor que la creó. Un asombroso caso que te hará reflexionar.