En un salón de clases, un profesor se empeñaba por enseñarles a los niños sobre la inexistencia de un ser superior. Sin embargo, uno de los alumnos se alzó para refutarlo y dejarlo sin palabras en menos de un minuto.

El ingenioso pequeño tiene la respuesta perfecta para su profesor, explicando por qué existe Dios y la confusión de las personas respecto a todas sus razones para no creer en él y negar siempre su existencia.

Te traemos un video clásico de clásicos que siempre termina impresionando a miles de usuarios por su gran enseñanza. Además, no imaginarás de quién se trataba realmente hasta el final del video, en donde se revela quién era en realidad este niño, o en quién se convertiría. Mira el famoso video que nunca pasa de moda y que ya viene sumando miles de reproducciones en YouTube.

PARA TOMAR EN CUENTA:

En el 2012 salió a la venta por eBay una carta escrita a mano por el físico Albert Einstein un año antes de su muerte, expresando sus puntos de vista sobre la religión. Conocida como “Carta sobre Dios”, la correspondencia ofrece percepciones sobre sus pensamientos privados acerca de la religión, Dios y el tribalismo de una de las mentes más brillantes del mundo.

“Esta carta, en mi opinión, tiene una relevancia histórica y cultural ya que refleja los pensamientos personales y privados del hombre más inteligente del siglo XX”, dijo Eric Gazin, presidente de Auction Cause, la agencia de subastas con sede en Los Ángeles, que se encargó de la venta en eBay, según informó La Nación de Argentina.

“La carta fue escrita al final de su vida, después de una vida de aprendizaje y pensamiento”, agregó Gazin. Einstein escribió la carta en alemán, el 3 de enero de 1954, en la Universidad de Princeton y estaba dirigida al filósofo Erik Gutkind después de leer el libro de éste: “Escoger la vida: la llamada bíblica a la rebelión”.

“… la palabra Dios para mí no es nada más que la expresión y producto de la debilidad humana, la Biblia una colección de honorables, pero todavía leyendas primitivas que sin embargo son bastante infantiles. Ninguna interpretación, no importa lo sutil que sea, puede (para mí) cambiarlo”, escribió el científico nacido en Alemania, que en 1921 recibió el Premio Nobel de Física.