Samsung, con su nuevo Galaxy S5, dio el salto a sus propios sensores fotográficos. Un cambio esperado por todos. Su cámara es rápida en el disparo, y aún más en el enfoque gracias a la tecnología de detección de fase que se suma a la habitual por contraste.

La cámara de este móvil es una con la que “no hay que pensar” para sacar provecho de ella. Excelente para escenas nocturnas y con demasiada luz.

Posee un sensor CMOS de 16 megapíxeles con tamaño de 1/2.6 pulgadas (más grande que el Galaxy S4), pero que con el aumento de resolución, deja el mismo tamaño de píxel (1.12). La cámara, además, incluye su propia tecnología llamada ISOCELL para evitar interferencias entre píxeles conjuntos.

Presta atención, también, al siguiente video que analiza el rendimiento de la cámara de este famoso móvil que tantos usuarios esperaron durante meses.