Hace más de 40 años, el mundo miraba maravillado mientras se hacía la primera llamada móvil. Hoy, la tecnología inalámbrica ha construido un mejor mundo, más conectado.

Hace casi una década, los dispositivos con teclado móvil eran la norma, mientras que ahora, no podríamos concebir interactuar con nuestros con algo que no sea una pantalla táctil. Es como si la industria tecnológica fuese una entidad orgánica siempre en evolución. Pero estos avances y cambios no suceden de manera aleatoria, siempre surgen enfocados en satisfacer las necesidades de los consumidores y utilizar esta evolución como un catalizador para el cambio.

Estas manifestaciones evolutivas ya cambiaron la manera en que capturamos información en nuestros celulares y ahora es momento para que la tecnología avance y cambie la manera en que creamos contenido con nuestros smartphones a través de la cámara.

Sin duda alguna, la cámara se ha convertido en el foco de innovación de esta generación de dispositivos. Las primeras cámaras VGA ofrecían una solución simple y de baja resolución para los entusiastas móviles que resultó ser poco más que un truco mal ejecutado. Más adelante, los sensores de mayor número de megapíxeles fueron incorporándose a los dispositivos e incluso se agregaron dos cámaras separadas, una frontal para video llamadas y más adelante para selfies, y otra detrás para tomas de mayor calidad. Fue en ese momento cuando la fotografía móvil se convirtió en algo serio y empezó a tener credibilidad, evolucionando en una de las características más utilizadas en smartphones.

Ahora los usuarios buscan capacidades fotográficas avanzadas para impulsar su creatividad y la calidad de sus contenidos, al tiempo que los fabricantes se dan cuenta de que esta es una guerra que no se puede ganar solo por un conteo de megapixeles sino con verdadera innovación que afecte todos los frentes de este elemento, incluyendo el diseño. Actualmente, el principal desarrollo tecnológico que se mantiene como referencia en esta categoría, es la incorporación de una configuración real de cámara de doble lente, con doble sensor.

Antes de que esta innovación de cámara dual fuese presentada, la tendencia era utilizar sensores más grandes con muchos megapíxeles pero que no lograban capturar atmósferas, colores vívidos ni cantidades impresionantes de luz. Esta estrategia de hardware y/o software que no mejora la experiencia del usuario, pero que se usa para hacer parecer que las marcas han alcanzado alguna especie de hito en tecnología de smartphones, es una manera de tratar de impresionar a los consumidores sin innovar verdaderamente.

Ejemplos de esto son decir que un producto utiliza una configuración de cámara dual, pero solo incluir dos lentes con un solo sensor de imagen; o incluir dos lentes con que no aprovechan a ambos para crear una mejor imagen con más información sino para entregar una sola característica de enfoque o un mayor ángulo fotográfico.

La verdadera innovación viene del esfuerzo que una compañía hace por incorporar la mejor combinación de hardware y software en cada dispositivo, sin importar las especificaciones crudas, para asegurar la mejor experiencia premium en fotografía móvil. Esto incluye la racionalización de qué características hacen más sentido para cada perfil de usuario y el confiar o recurrir al poder de la colaboración con otras compañías que compartan la misma visión.

Fuente: Huawei

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