El suministro de micronutrientes a mujeres mejora de forma significativa las capacidades cognitivas de sus hijos cuando alcanzan edades de 9 a 12 años, según un estudio.

El estudio, que aparece hoy en la revista médica “Lancet Global Health”, ha sido financiado por el Gobierno canadiense a través del programa de Salvar Cerebros de la organización Grand Challenges Canada (GCC).

Los investigadores, de Indonesia, Reino Unido y Estados Unidos, también determinaron que el ambiente en el que se crían los niños está más directamente ligado al desarrollo cerebral y las capacidades intelectuales generales, memoria, función ejecutiva y logros académicos, que los factores biológicos.

Para llegar a sus conclusiones, los investigadores realizaron pruebas de 2012 a 2014 a unos 3.000 niños indonesios de entre 9 y 12 años de edad cuyas madres habían participado en un estudio previo sobre el consumo durante su embarazo de múltiples micronutrientes y el más convencional de suplementos de ácido fólico y hierro.

Los investigadores comprobaron que aquellos niños cuyas madres tomaron micronutrientes exhibían una “memoria de procedimiento” equivalente al aumento en puntuación provocado por la adición de medio año suplementario de escolarización.

La memoria de procedimiento está vinculada a la capacidad de aprender nuevos conocimientos y el procesamiento de capacidades establecidas de percepción, motoras y cognitivas.

Los investigadores también determinaron que los factores biológicos, como nutrición maternal durante el embarazo, escaso peso al nacer, nacimientos prematuros, escaso crecimiento físico tras el alumbramiento y condiciones nutricionales, no fueron tan determinantes para la capacidad cognitiva como los factores socio-ambientales.

El doctor Peter Singer, director de GCC, señaló en un comunicado que “este estudio demuestra que los micronutrientes maternales y el ambiente en que uno se cría al inicio de su vida salvan cerebros y ayudan a los niños a prosperar y tener éxito”.

Por su parte, la doctora Elizabeth Prado, de la Universidad de California, y líder del estudio, señaló que “los resultados fueron sorprendentes”.

El doctor Husni Muadz, de la Universidad de Mataram (Indonesia), y uno de los principales investigadores del estudio, añadió que “nadie en el equipo había anticipado la magnitud por los que los factores sociales y ambientales sobrepasarían los biológicos como determinantes de la función cognitiva”.

Fuente: EFE

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