Las autoridades chilenas buscan que las momias Chinchorro, las más antiguas del mundo, sean declaradas Patrimonio de la Humanidad, un reconocimiento con el que quieren honrar a una de las culturas más longevas del país y del continente sudamericano.

Con una antigüedad de entre 5.000 y 2.000 a.C., estas casi 300 momias, dispersas desde la costa sur de Perú hasta el norte de Chile, superan en dos milenios a sus homólogas egipcias y esperan, en los próximos años, recibir el reconocimiento internacional que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

“Las momias proceden de una sociedad temprana de cazadores recolectores que sobrevivió al desierto más árido del mundo y que momificaba a sus muertos durante más de 3.500 años”, explica en declaraciones a Efe el director general de Extensión y Vinculación de la Universidad de Tarapacá, Sergio Medina.

“La declaración de Patrimonio de la Humanidad supondría una herramienta de conservación; con eso completamos una etapa de 40 años de investigación con todos los vestigios humanos y materiales que tenemos en los museos”, añade el investigador.

Los expertos clasifican los ejemplares en tres grupos según su técnica de momificación y antigüedad: Momias Negras (5.000-3.000 A.C.), Momias Rojas (2.500-2000 A.C.) y las Momias con Vendajes (2.000 A.C.).

La composición de las mismas a lo largo de la evolución de las técnicas se caracteriza por estar formada de restos humanos junto a maderas, fibra vegetal, arcilla, tierra y plumas, entre otros materiales tratados con la delicadeza que los pecadores empleaban para momificar a sus seres queridos.

Distintas teorías han intentado explicar el origen de la cultura Chinchorro, entre las que destaca la hipótesis que argumenta que surgió a partir de desplazamientos costeros del norte al sur.

Otras dos teorías basadas en movimientos nómadas desde el Amazonas o la cordillera de los Andes completan las hipótesis existentes acerca del origen de este pueblo.

El asentamiento de esta población daría lugar a localidades en la desembocadura de los valles de Lluta, Azapa y Camarones, entre otros lugares, donde han sido halladas momias.

“Como cuerpos preparados artificialmente podrían considerarse las más antiguas del mundo. Hasta el momento, la evidencia científica, arqueológica y antropológica nos dice que sí”, asevera Medina, quien apunta que Egipto contaba con una civilización más avanzada y con una estructura política compleja.

“Estos cuerpos momificados están en una sociedad de cazadores recolectores, en un nivel cultural muy anterior y originalmente varios miles de años antes que los egipcios”, señala.

En cuanto al por qué de la paralización de la momificación en la cultura Chinchorro, Medina apunta que “a medida que aumentó la población, las prácticas se volvieron distintas y los rituales fueron cambiando junto con la sociedad”.

Las momias Chinchorro fueron descubiertas en 1917. Desde entonces, una incorrecta conservación y las condiciones climatológicas han provocado un deterioro que después se ha frenado gracias a la regulación de la humedad a la que están sometidas.

El profesor Medina explica que en la actualidad los ejemplares están en condiciones aceptables para su mantenimiento. “La conservación comenzó hace cuarenta años, una década antes de que se paralizara la excavación en los yacimientos”, añade el investigador, quien no descarta nuevas prospecciones en el lugar.

La información procedente de la época apunta a que fueron donadas entre 1913 y 1915 por el entonces director general de la Armada y Alcalde de Valparaíso, Jorge Montt, tras un viaje a la ciudad de Arica, en la frontera con Perú.

Las fuentes oficiales indican que el lugar exacto de origen de las momias es inexacto. Sin embargo, se atribuye su descubrimiento al arqueólogo alemán Max Uhle, quien encontró unos ejemplares durante unas excavaciones en los cementerios en la playa Chinchorro.

La batalla por el reconocimiento de las momias no solo se encuentra en los museos y en los despachos de los investigadores e historiadores, sino también en Internet.

Por el momento, la plataforma YoFirmoChinchorro, que cuenta con el apoyo del Gobierno, universidades, empresas y de municipales, ha cosechado más de 24.000 firmas en su espacio web en apoyo a la declaración de los ejemplares como Patrimonio de la Humanidad.

Libros, documentales y publicaciones especializadas sobre la cultura Chinchorro avalan la postulación de las momias, que desde 1998 figuran en la lista indicativa de Chile, primera etapa para cualquier futura candidatura para obtener el reconocimiento internacional de la Unesco.

Fuente: EFE

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