Mónica Cabrejos habló de la dolorosa partida de su madre en El valor de la verdad y se encargó desmentir algunos rumores en torno a su pasado.

¿Eras tan humilde que las paredes de tu casa eran de cartón?

Sí. Vivía en Miraflores, en la cuadra seis de Shell, en un pasaje que ahora está lindo, pero en esa época nuestros techos eran de calamina. Tenía la suerte de tener baño.

¿Tu madre dejaba de comer para que comas tú?

Sí. Tenía suerte los días que comía. Pasar hambre varios días puede volverte loco, las necesidades te van devorando por dentro. Sientes una debilidad al punto de que puedes perder la razón.

¿Es verdad que tu padre salió un día a comprar y jamás volvió?

Sí. Mi papá se llama Eliseo Benjamín Cabrejos, sé que vive entre Estados Unidos y Lima. Un día lo llamé y me preguntó por qué me había demorado tanto tiempo en buscarlo. No nos hicimos amigos pero tuvimos una charla muy madura. Las relaciones sanguíneas no sin obligatorias para una relación emocional. ¿Cómo se sentirá ser protegida por tu padre?.

¿Recibiste 3 mil dólares de Cromwell Gálvez?

No. Le dijeron a Cromwell Gálvez que yo cobraba 3 mil dólares por favores sexuales. Después de que te dijeron prostituta, ¿qué más te pueden decir?.

En algún momento de la enfermedad de tu mamá, ¿pensaste en abandonarla?

Sí. Ella se llama Rosa Alicia Vasallo Salazar, mi mamá murió de cáncer, se le detectó tarde porque ella no quería decirnos nada.

¿Crees que tu mamá murió porque no tuviste dinero para enterrarla?

Sí. No quiero llorar, cuando mi mamá estaba muy mal yo lo sentía y a pesar de eso no nos quería decir. Soportaba el dolor estoicamente. Las pastillas para el cáncer son carísimas. Si no tienes seguro en este país te mueres. Ella me dijo: “el día que yo me vaya, déjame, que me pongan en una fosa común”. Cuando mamá murió, yo tenía siete soles en el bolsillo. Hice un calendario y me pagaron 300 soles, el resto lo conseguí y me prestaron para comprar el nicho. No podía llorar.