El juego consistía en que su compañero tenía que hacerle comer ciertos alimentos en el menor tiempo posible. Sin embargo, Natalie Vértiz no aguantó y estuvo apunto de vomitar.

Al ver que Melissa Loza le estaba llevando la delantera, tomó fuerzas y continuó con el juego. El esfuerzo valió la pena, pues hizo ganar a su equipo.